Cuanto queda del amor de ayer. Cuanto en el fondo, en los rincones y en los bolsillos de los viejos abrigos que nos cubrió.
Como suenan las nuevas/ viejas palabras de tu boca.
Aquella que añoré buscando cariño y apoyo. Hoy convertida en el riptus frío del dolor, de la traición. De no recuerdo que pasó y porque te olvide.
Cuanto dolistes, y cuanto te esperé.
Hoy la cosecha es solo mía. Y la flores ya no sirven de decoración.
Besos al aire a través de redes imaginarias. Apps que conectan y fueron espinas.
¿Quién duele a quien?
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