Tengo tendencia a la melancolía, que diría un galeno, no se si el clima influye en mi animo o es algo innato..
Compañía alegre y tiempo soleado son mi receta, ahh y flores de Bach que aun están por probar.
Disfrutando de mi animo paseo por uno de mis rincones favoritos, irremediablemente la llegada de este estado mi arrastra hasta el.
Un día le comentaba a un compañero que mi GPS estaba des-actualizado y el se sonreía creyendo exageración propia de mis raíces la des-actualización del aparato… cuando en mi respuesta le afirme que en mis mapas aun me aparecía el desvió a este poblado sus risas junto con el asombro de la respuesta fueron mayúsculas.
Mis reflexiones sobre otras civilizaciones, otra forma de ver las cosas y lo que imagino me hacen sentir que paseo por un lugar atemporal.
Seguramente imagino demasiado, mismas preocupaciones perseguirían a los habitantes de estas tierras hace siglos. Al final lo que importa siempre es igual.
Ahora mi visita me hace sentirme aun más triste, la civilización empuja arrasando el entorno, y mi corazón se divide entre lo razonable y el daño.
Montones de árboles que hace tan solo unos días agitaban sus verdes brazos acompañando nuestro viaje esta tarde estaban convertidos en tristes troncos, mas madera.
En mi camino mas motivos para reflexionar sobre las contradicciones, la papelera, a un lado mis tristes árboles, ahora troncos, y al otro madera picada, aserrín.
Mi amor por los libros, mi amor por los árboles.
No se si los habitantes de este pueblo tal y como imagino serian gentes felices, el entorno, me hace sentir/imaginar que así pudo ser, no se si su alma sentiría que a veces uno esta fuera de su tiempo, aunque, sinceramente, no se bien si existe un tiempo.
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