Abro los ojos lentamente, observo como los primeros rayos de sol atraviesan la persiana dando un peculiar tono a toda la habitación. Escucho atentamente el respirar de mi pequeña y sé que duerme aun profundamente, pronto con mis primeros movimientos como en un juego, empezará también a despertar.
Mis primeros pensamientos, el día de hoy, el estado de nuestras cuentas, lo que aun queda por pagar, y los miles de imprevistos que podrían suceder.
Sigo con la lógica de los hechos por suceder, si en el lugar de hoy le dijeran que si a trabajar, si su jefe pagase hoy, si, si.
Empiezo a removerme por la cama estirando mis músculos, y los primeros movimientos de mi pequeña llegan a mis oídos.
Los pensamientos siguen. Si nada de eso se cumple, tenemos aun algunos recursos, como? Bueno ya nos la ingeniaremos.
La pequeña ahora empieza a hacer sus gorgoritos desde la cuna, y intenta ponerse en pie, la observo y no puedo evitar sonreír, es tan bonita, me mira con una sonrisa en cuanto su mirada se cruza con la mía, sus primeros gestos de cada día, estira sus bracitos pidiendo que la coja. Me levanto aun sin mucho ánimo y ella se deja coger enseguida, ya se sabe el ritual.
Las dos ahora en la cama nos desperezamos, y jugamos con las primeras canciones del día, llamo levantando la voz a papá y este aparece en seguida.
Mis pensamientos son ahora en como decirle lo mal que nos va económicamente, si lo sabe como yo, y que piensa, pero en vez de decir nada lo miro. Mientras el se acerca a la pequeña y comienza el juego, los dos ríen y yo observo, entro en el juego y mis pensamientos se esfuman.
Se va a preparar el bibe de la pequeña y mis pensamientos vuelven, bueno nada es tan terrible, nunca se sabe, y dentro de nada todo esto será pasado.
Lo veo llegar de nuevo con una sonrisa, la peque se acomoda para tomar su desayuno y él deja que yo afiance el bibe.
Mientras se vacía, vuelven las lógicas, la peque juguetea con las manos y bebe sin parar y yo pienso que al fin y al cabo de momento todo anda pagado, contamos con el dinero de nuestro fondo, y bueno yo ya pensé hace mucho que esto podía pasar.
El bibe se acaba, el, vuelve y comienzan los juegos en la cama, ahora vuelvo a desperezarme mientras ellos continúan, los observo. El viene hacia mí, y me dice “en que piensas” y a mi mente llegan los mil pensamientos pasados.
Pero sonrió y digo en nada, en que estamos en la ruina.
Si, es verdad.
Y de repente ya nada es tremendo, los dos juntos podemos con todo y nada de esto es importante, mis hijos sonríen y yo con ellos, pasean, comen chuches y pan con chocolate como si fuera lo mejor del mundo, una suerte, y yo pienso que lo es. Y los pensamientos vuelan, desaparecen, hasta mañana, mañana al despertar….
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