Ocupadísima en un nuevo mundo en el que todo trascurre cada tres o cuatro horas.
Ciclos nuevos que a veces ya empiezan a parecer lo mismo, sobre todo de noche, cuando el sueño pide sitio. Pero feliz, muy feliz.
Ahora más que nunca, organizar la vida diaria y que te quede un rato de respiro parece algo imposible, aun así, me lo tomo sin más, a pesar de los pesares.
Eso si los horarios solo para la peque que aun no entiende de nada mas.
Leo a mis amigos por aquí, sigo sus ideas y su ir y venir de pensamientos, y en el fondo me da un poco de envidia, a mi el tiempo no me da para mas.
Nada de ideas ni pensamientos, aunque confieso que a veces algunos problemas me siguen persiguiendo, pero mejor en esos ni pensar, lo que no puedes arreglar mejor dejarlo que siga su ritmo.
Y debe ser la edad, que te da serenidad, (jo que palabreja) o que eso mismo, me hago mayor, que ando aprendiendo el arte de esperar, de dejar que las cosas transcurran y lleguen a donde les toca, a pesar de los pesares. Porque costar cuesta, a mi que siempre quise anticiparme a todo y dejarlo atado y bien atado. Ahora con momentos de desesperación, por ver que nada puedes hacer, que el mundo no para por ti, y que lo mejor es disfrutar, de lo poco o lo mucho que nos queda.Así que vuelvo al mio, pañales, bibes, y abrazos
Replica a nieves Cancelar la respuesta