Suaves besos se deslizaban por mis mejillas, mientras el sueño luchaba por mantenerme en su mundo de fantasía. Una sonrisa se formo en mi mente, y de nuevo me deje arrastrar al mundo onírico.
Unos brazos comenzaron a rodear mi cuerpo, acercándolo al suyo, y mi mente luchaba entre seguir dormida y despertar suavemente.
Unos segundos después, girando lentamente en la cama descubro… que duermo sola.
Que el lado de mi acompañante hace tiempo que anda vacío y frió.
Y entonces recuerdo, que el marinero anda a la caza y captura del pescado que lucha por escapar de sus redes, y que dentro de su astucia, cree que levantándose a las 4 de la mañana lo cazará dormido y llenará su redes de el.
Así que a veces hasta el mundo de los sueños se me resiste, no hay arreglo.
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